Francisca ruega que levanten oraciones por ella ante complicada situación tras la maternidad.

Desde hace un par de meses, Francisca se ha convertido en la feliz madre de dos pequeños llamados Gennaro y Franco Raffaele, fruto de su amor con su esposo Francesco Zampogna. En una reciente entrevista con ¡Hola! Américas, admitió que los días posteriores al parto han sido bastante laboriosos. Reconoció abiertamente que tener a un niño y un bebé en casa ha sido un desafío, aunque también una experiencia gratificante.

Con apenas unos días antes de su regreso al trabajo, la presentadora dominicana compartió sinceramente una complicación que ha estado enfrentando y solicitó apoyo en forma de oraciones. A través de sus Historias de Instagram el 17 de abril, reveló que ha tenido dificultades para conciliar el sueño, a pesar de que sus hijos dormían plácidamente. Su emotivo mensaje reflejó su necesidad de apoyo y comprensión durante este momento; “La verdad que tener a un niño y a un bebé en casa es un poquito complicado, Ok’, no he pegado el ojo y no precisamente por los niños, ambos están felizmente dormidos, Pero yo no logro conciliar el sueño… ¡ni un poquito! ¡Ni un ching…! ¡No es broma! Levanten oraciones por mí”, rogó la también actriz.

En una charla con ¡Hola! Américas, detalló cómo su familia se está adaptando para cuidar a los pequeños. Describió la dinámica nocturna, donde ella y su madre se dividen las tareas para atender a los niños. “La dinámica de la noche es que (mi madre) y yo bañamos a Franco, (ella) se queda con él tipo hasta la una de la madrugada”,yo me acuesto con Gennaro para que se duerma con mamá y con papá, que es lo que él venía haciendo todo el tiempo, para no romperle su rutina”, explicó .A pesar de las dificultades, Francisca está emocionada por los trabajos en su nuevo hogar, que ella misma diseñó con la ayuda de profesionales.

En medio de todo esto, Francisca y Francesco comparten el deseo de expandir su familia con una niña, aunque están abiertos a la posibilidad de otro niño. Esta actitud refleja su amor incondicional por sus hijos, independientemente de su género, y la ilusión de seguir construyendo su vida juntos como familia.

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