Laura Zapata ha vuelto a acaparar titulares después de que Yolanda Andrade la criticara por insinuar que su hermana, Thalía, mantuvo una relación amorosa con el difunto productor de telenovelas Nicandro Díaz. Andrade, quien tiene una amistad cercana con María la del barrio, expresó su desaprobación hacia Zapata, destacando el momento inoportuno de sus comentarios y recordándole su relación laboral con Díaz y su deber de mostrar respeto.
En una entrevista, Andrade mencionó algunos detalles sobre presuntos romances de Zapata, indicando que tuvo relaciones tanto con una actriz que fue su colega en las telenovelas como con una cantante; “Ya me acordé de un detalle, bueno fue un detallón, el de Laura. Yo me acuerdo de un romance, bueno tuviste dos: uno con una actriz, fue tu compañera en esas novelas que hacías, y otro con una cantante”, prosiguió la conductora de Montse y Joe.
Estas afirmaciones avivaron la controversia en torno a Zapata, aunque ella no negó directamente las acusaciones de Andrade. Su reacción en el Aeropuerto de la Ciudad de México reveló su molestia ante las preguntas de los medios, cuestionando por qué se le interrogaba sobre su vida personal de esa manera, ante la insistencia de los reporteros, Zapata respondió con vehemencia, rechazando la relevancia de las preguntas sobre su vida íntima y destacando su trayectoria como actriz, cantante y escritora. Además, mencionó su programa de política en Atypical TV como un enfoque más significativo para ella. Su disgusto era evidente, y dejó claro que no tenía intención de dar cabida a discusiones de naturaleza sensacionalista.
Con un tono sarcástico, Zapata reiteró su posición de no querer alimentar rumores o polémicas, enfocándose en temas que consideraba más relevantes y constructivos. Su reacción subraya su deseo de no verse envuelta en chismes mediáticos y su determinación por mantener el enfoque en su carrera profesional y sus proyectos actuales; “Mi amor, soy una actriz que no voy a hablar de los perros que ladran, tengo muchas cosas más interesantes de qué hablar y qué contestar, como atorarme en un basurero”, manifestó Zapata, visiblemente molesta.