“El Gordo y la Flaca” no es solo un programa de farándula. Además de informar sobre lo que ocurre en el mundo del entretenimiento, Lili Estefan y Raúl de Molina también comparten sus experiencias personales y opiniones con los fieles televidentes que sintonizan Univision cada tarde para verlos.
El presentador cubano reveló hace unas semanas en el pódcast de Rodner Figueroa, ‘Cara a cara con Rodner’, que cuando se encuentra con personas en la calle, nadie le pregunta sobre “la historia” del programa, sino sobre “alguna barbaridad” que dijo en el show.
La autenticidad de los conductores ha sido sin duda una parte crucial de su éxito. Este martes, por ejemplo, Raúl habló sobre su hija y mencionó que ella ha comenzado a trabajar nuevamente. “Mía está trabajando, empezó a trabajar otra vez. Se graduó de Negocios Internacionales, pero solo quiere trabajar en el mundo de la moda. Eso es lo que le gusta a ella”, compartió el presentador, quien tiene más de un millón y medio de seguidores en Instagram. Raúl explicó que su hija de 24 años “trabajaba en una de las joyerías más importantes de Estados Unidos. Ahora trabaja en otro lugar y está más feliz que nunca”. Lili destacó que Mía tiene el trabajo “perfecto”. “El mejor negocio que una mujer puede hacer es trabajar en una tienda que te dé descuento”, comentó la conductora.
A finales del año pasado, Mía abrió su corazón en el pódcast de Rodner Figueroa y habló sin filtro sobre lo difícil que fue crecer bajo el escrutinio público por ser hija de Raúl. “Sí, me afectó mucho, me hizo daño porque siempre que salía alguien me criticaba o decían algo, y obviamente, siendo una niña que estaba creciendo y tratando de descubrir quién era, me afectó demasiado. Lo pasé mal… Yo aumenté de peso y también lo pasé muy, muy mal, la gente decía que yo estaba embarazada y cosas así”, relató al comunicador venezolano sobre esa compleja etapa que ya ha superado.