Muchas personas tienden a asociar la vida de los actores que trabajan en la industria de las telenovelas con el dinero y la opulencia, pero la realidad puede llegar a ser muy diferente. Al menos eso es lo que asegura quien fuera una de las estrellas más exitosas de los melodramas de Televisa, la retirada actriz mexicana Allisson Lozz.
La inolvidable protagonista de Al diablo con los guapos y En nombre del amor, quien se encuentra alejada del medio artístico desde hace más de diez años, destapó a través de las redes sociales la verdadera cara de la aparente riqueza en la que se cree que viven los artistas que trabajan en la televisión.
«Se sorprenderán que muchos de mis compañeros actores y mi familia y yo éramos muy, muy pobres económicamente. Pagando renta, facturas y la aparente vida lujosa que lleva un artista hacía que el poco dinero que nos daban se fuera allí», reveló Allisson, quien actualmente tiene 28 años y es consultora de belleza de una importante marca de productos cosméticos, además de fotógrafa.
«Y no puedes pedir más dinero porque te dicen que no eres indispensable. Te dicen que aún sintiéndote muy enfermo por tanto trabajo sigas y sigas», compartió Allisson, quien aseveró que debido al estrés de las interminables jornadas de trabajo llegó a ver resentida su salud.